Por Lic. Susana Meza Serrano
100 AÑOS DE SU NATALICIO, ARTE, PASIÓN & VISIÓN
“Libertango”, “Los Sueños” o “Adios Nonino”, son algunas obras de Astor Piazzolla, quien es considerado como uno de los más importantes y vanguardistas compositores de música del siglo XX, no sólo por sus aportaciones artísticas al fusionar con estética géneros y ritmos musicales, sino por la innovación que hizo al Tango, logrando que éste trascendiera a las salas de concierto en el mundo.
Astor Pantaleón Piazzolla, nace el 11 de marzo de 1921 en la ciudad de Mar del Plata, Argentina, sus padres: Vicente Piazzolla y Asunta Manetti, nacieron en Mar del Plata también, aunque tenían ascendencia italiana.
En 1924, la familia de Astor Piazzolla decide mudarse a Nueva York, Estados Unidos, en donde nuestro compositor aprendió hablar el inglés, aunque ya sabía hablar español e italiano, fue en esta época que tuvo su primer bandoneón; regalo que le dio su padre, instrumento que pudo aprender a tocar cuando la familia regresó a Mar del Plata brevemente, dado que pocos años después retornarían a Nueva York, teniendo entonces el joven Piazzolla 11 años.
Con un espíritu musical innato y deseoso por aprender, Astor descubrió a los grandes compositores clásicos, tales como Johann Sebastian Bach, así mismo pudo conocer el jazz y exponentes vanguardistas como George Gershwin, fue en este periodo de su vida y en el año 1934, cuando tuvo la oportunidad de conocer en persona a Carlos Gardel, máximo exponente del Tango, cuando éste viajó a Manhattan; debido a que Piazzolla hablaba muy bien el inglés, se convirtió en traductor y guía de Gardel en Nueva York, fue de esta manera que Piazzolla pudo mostrar sus dotes tocando el bandoneón y participó en la película “El día que me quieras”, como un joven vendedor de diarios. Gardel invitó a Piazzolla para unirse en su gira por América, pero su padre decidió que era aún muy joven, es por esta razón, su lugar fue ocupado por el boxeador argentino José Corpas Moreno. Esta temprana desilusión resultó ser una gran suerte, ya que fue en esta gira en la que Gardel y toda su banda perdieron la vida en un accidente aéreo.
En 1937 Piazzolla decide ir Argentina, y al enterarse en 1940 del arribo del pianista Arthur Rubinstein, decide verlo, fue tan grato aquel encuentro que Rubinstein buscó a Juan José Castro, compositor y director argentino, para que fuera tutor de Astor, sin embargo Castro lo derivó con Alberto Ginastera, el cual se convirtió en uno de los músicos-compositores, más importantes no sólo de Argentina, sino del Continente Americano. Piazzolla tomó clases con Ginastera desde 1939 a 1945.
Su obra “Inspiración” de 1943, es el primer arreglo de Piazzolla y este es el comienzo de un estilo muy propio, el cual no estuvo alejado de las críticas, pero sobresaliente en tesitura y esencia que defendió ante los conjuntos y orquestas en los cuales participó, una vez llegados los años 50´s, Piazzolla estaba lejos de ser elogiado como compositor y orquestador, sin embargo, es en esta década cuando compone y arregla por encargo, incluyendo bandas sonoras, tales como: “Bólidos de acero”, al mismo tiempo Astor buscaría tener un lugar dentro de la música clásica.
Cuando logró ganar el concurso Fabien Sevizky, pudo ir a Europa y fue en París donde tomó clases con Nadia Boulanger, para estudiar contrapunto y estructura musical. Astor regresa Argentina y en 1955 forma el Octeto de Buenos Aires, años después crearía el Quinteto Nuevo Tango, cuya agrupación daría a conocer “Adiós Nonino” y todas las composiciones que dieron forma a su particular estilo. En 1963 forma Nuevo Octeto, varios años después, empieza su colaboración con el poeta uruguayo/argentino Horacio Ferrer, en 1974 vendría el éxito con “Summit”, y “Libertango”, al año siguiente, Ástor compone una obra en cuatro movimientos a la que llamó “Suite Troileana”, en honor al compositor Aníbal Troilo.
Piazzolla fue prolífico y reconocido en su arte, para 1985 fue nombrado Ciudadano ilustre de Buenos Aires, y durante sus últimos diez años de vida escribió más de 300 tangos y 50 bandas sonoras para cine, Astor Piazzolla murió en Buenos Aires el 4 de julio de 1992, pero dejó su música y un legado inmenso, que el mundo reconoce y aplaude.
«La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón…es el lenguaje universal de la humanidad.» Astor Piazzolla