Entrevista con el Excmo. Sr. Mammad Talibov,
Embajador de la Republica de Azerbaiyán en México
El conflicto de Nagorno Karabaj:
Fin de la ocupación y esperanza por la paz
Sr. Embajador a partir de septiembre de este año se registró un nuevo “capítulo” en la zona de conflicto de Nagorno Karabaj entre Azerbaiyán y Armenia, mismo que comenzó hace 30 años en 1988. ¿nos puede usted describir el panorama en la zona de conflicto y también cuéntenos un poco de la historia de esta región?
La etapa “contemporánea” del conflicto empezó efectivamente en 1988, pero quiero explicarle un poco el panorama histórico de la región de Nagorno Karabaj. Como tal, la Provincia Autónoma de Nagorno Karabaj no existía antes de la Unión Soviética; existía Kanato de Karabaj, gobernado por un Kan azerbaiyano (rey). En el resultado del Tratado de Kurakchay, firmado en 1805 entre Ibrahim Khalil Kan, mandatario azerbaiyano (nacido en Shushá) del Kanato de Karabaj y general Pável Tsitsiánov, el comandante ruso en el Cáucaso, el Kanato de Karabaj empezó a formar parte del Imperio Ruso.
Cabe resaltar que, en el mismo Tratado no hubo mención sobre la supuesta presencia de los armenios en Karabaj. Primera vez los armenios aparecieron en Azerbaiyán en forma compacta después de la firma del Tratado de Gulustán en 1813 entre Imperio Ruso y Persa. Tras la firma de Tratados de Turkmenchai en 1828 y Edirne en 1829, entre Rusia e Persia y Rusia e Imperio Otomano respectivamente, empezó el traslado masivo de los armenios desde Irán y Península de Asia Menor y asentamiento de ellos en el territorio azerbaiyano, precisamente en el Kanato de Karabaj, así como en los kanatos de Najichevan e Iraván. Así que, los armenios no eran gente originaria de esa región, son inmigrantes en Karabaj.
El monumento “Maraga -150”, construido por los armenios en 1978 en el distrito de Terter de Azerbaiyán con motivo del 150º aniversario del traslado de ellos desde la ciudad de Maraga de Irán y asentamiento en Karabaj, es la prueba innegable de ese proceso. El nombre “Maraga-150” escrito sobre el monumento fue borrado y el monumento en sí destruido por los mismos armenios en 1988, cuando iniciaron sus reclamos territoriales contra Azerbaiyán.
Los armenios argumentan también que Nagorno Karabaj fue entregada a Azerbaiyán por Iósif Stalin. Al mirar bien el mapa, surge la pregunta, ¿cómo se puede entregar una región que ya está dentro de ese mismo territorio? En la decisión de 1923 del Pleno del Buró de Cáucaso del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, votada por los miembros armenios también y con la cual se creó la Provincia Autónoma de Nagorno Karabaj, figura el término “mantener” el territorio de Nagorno Karabaj dentro de Azerbaiyán, es decir esa región ya estaba dentro de Azerbaiyán, nada más que empezó a tener un status de provincia autónoma. Y esa decisión de crear la Provincia Autónoma de Nagorno Karabaj en 1923 no sirvió a los intereses de los azerbaiyanos, sino totalmente, al contrario. Ya que las fronteras de esa región fueron definidas por la URSS de tal manera que la población armenia fuera su mayoría, y, en consecuencia, Armenia sintió tener el derecho de reclamar ese territorio.
Esos reclamos de Armenia contra Azerbaiyán empezaron a partir de 1988. En 1991 ambos países recuperan su independencia. En los años 1991-93 Armenia, con la ayuda de las fuerzas ex soviéticas, ocupó la región de Nagorno Karabaj y siete distritos adyacentes, en total el 20% del territorio internacionalmente reconocido de Azerbaiyán y cometió la limpieza étnica contra cerca de 1 millón de azerbaiyanos que vivían en esos territorios, expulsándolos de sus hogares y convirtiéndolos en desplazados internos. Este proceso fue acompañado con graves crímenes de lesa humanidad, entre ellos el Genocidio de Jodyalí, hecho resaltado por Human Rights Watch como la masacre más sangrienta cometida en el transcurso del conflicto de Nagorno Karabaj. Además, en los territorios ocupados Armenia destruyó mucha parte de la herencia histórica y cultural de Azerbaiyán.
Antes del conflicto había 250 mil azerbaiyanos viviendo en Armenia, ellos también fueron expulsados. Armenia es ahora casi el único país mono étnico del mundo (99,7% de la población es armenia).
En este sentido, es importante saber que Nagorno Karabaj nunca fue y no es una zona en disputa, sino un territorio soberano, reconocido por la comunidad internacional como parte integral de Azerbaiyán. En esos territorios Armenia creó un régimen títere, así dicho “República de Nagorno Karabaj”, no reconocido por ningún país soberano del mundo, incluso por mismo Armenia. Las 4 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU (822, 853, 874 y 884) de 1993, así como otros documentos adoptados en ese marco por varios organismos internacionales, entre ellos la OSCE, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos u otros, exigen la retirada inmediata, completa e incondicional de las fuerzas armadas de Armenia de todos los territorios ocupados de Azerbaiyán, así como el retorno de los desplazados internos a sus tierras de origen, condenan inequívocamente la ocupación de los territorios de Azerbaiyán y reafirman el respeto por su soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de sus fronteras internacionalmente reconocidas. Sin embargo, durante casi 30 años Armenia estuvo ignorando esas decisiones de los organismos internacionales. Desde 1993 existe un formato de negociaciones entre las partes – Grupo de Minsk de la OSCE, copresidido por Rusia, Estados Unidos y Francia. Lamentablemente, esas negociaciones tampoco dieron resultados significativos durante 27 años, siempre por la posición destructiva de Armenia.
Embajador, en 1993 tras un referéndum en Nagorno Karabaj, los armenios proclamaron su independencia y autodeterminación.
Cuando Azerbaiyán ingresó a la ONU, su membresía exigía tener fronteras determinadas y reconocidas. Estas fueron reconocidas tanto por Armenia como por toda la comunidad internacional. Así que, ese referéndum es totalmente ilegal, porque según la Constitución de Azerbaiyán, no se puede cambiar las fronteras sin el referéndum nacional. Una minoría dentro de un territorio soberano no puede demandar y cambiar lo que está estipulado por la ley. Sobre la autodeterminación hay unos principios de derecho internacional estipulados por el Acta Final de Helsinki en donde se afirma que no se puede comprometer la integridad territorial de un país y rige el principio de inviolabilidad de las fronteras legítimas de un país. Además, como la comunidad azerbaiyana se había expulsado de esa región, dicho “referéndum” fue celebrado sin la participación de los azerbaiyanos, lo que hace esa votación más irrelevante todavía.
¿Y qué fue lo que causó la reactivación del conflicto e inicio de nuevas hostilidades en septiembre de este año?
Durante 27 años Azerbaiyán se quedó comprometido con las negociaciones para lograr una solución pacífica al conflicto, mientras el objetivo de Armenia fue siempre aprovechar ese tiempo y consolidar los resultados de su ocupación, básicamente imitando las negociaciones. Y en últimos dos años, desde que se instaló un gobierno nacionalista en Armenia, el liderazgo político-militar de este país, con su postura aún más agresiva, acciones provocadoras e intentos de cambiar el formato de negociaciones ha socavado completamente este proceso.
Entre esas provocaciones se puede nombrar el ataque de artillería del 12 al 16 de julio de 2020 en la zona del distrito de Tovuz de Azerbaiyán de la frontera estatal entre dos países, cual dejo decenas de muertos civiles y militares, el intento de infiltración de un grupo de sabotaje armenio en el distrito de Goranboy de Azerbaiyán, el asentamiento ilegal de las familias de armenios étnicos de Siria y Líbano en los territorios ocupados de Azerbaiyán a fin de cambiar la demografía de los mismos.
Asimismo, cabe mencionar las declaraciones provocativas del primer ministro y demás autoridades armenias, tales como “Nagorno Karabaj es Armenia y punto” (primer ministro Nikol Pashinyan), “Nuevas guerras, nuevos territorios” (ministro de defensa, David Tonoyan), “No tenemos intención de conceder ni un centímetro de tierra” (director de seguridad nacional, Artur Vanetsyan) y etc. A esas provocaciones podemos agregar la participación de la esposa del primer ministro armenio en los entrenamientos militares en Nagorno Karabaj, así como el hecho de que el hijo del PM Pashinyan realizó su servicio militar en los territorios ocupados de Azerbaiyán.
El 27 de septiembre de este año, las fuerzas armadas de Armenia otra vez violaron flagrantemente el régimen de alto el fuego y cometieron una nueva agresión contra Azerbaiyán, lanzando ataques intensos con las armas de gran calibre y artillería contra las posiciones de las fuerzas armadas de Azerbaiyán a lo largo de la línea del frente, así como contra las áreas residenciales. Ese acto de agresión era la continuación de las provocaciones mencionadas de Armenia cometidas durante últimos dos años, por ende, la responsabilidad total del agraviamiento de la situación recae en los dirigentes político-militares de Armenia.
Ante dicha situación, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, a fin de prevenir otra agresión militar de este país, garantizar la seguridad de los civiles, lograr la realización de las resoluciones de la ONU y liberar los territorios ocupados, tuvo que tomar medidas de contraofensiva dentro del derecho a la legítima defensa y en pleno cumplimiento con el derecho internacional humanitario.
Con la detonación reciente del conflicto en septiembre, hubo acusaciones y amenazas de ambas partes. Por parte de Azerbaiyán la amenaza fue destruir la planta nuclear de Metsamor en el territorio armenio y del lado armenio, de destruir la hidroeléctrica de Mingachevir, la más grande del Cáucaso del Sur. ¿Qué comentarios tiene al respecto?
Azerbaiyán nunca intentó, tampoco amenazó con destruir la planta nuclear de Metsamor. Cualquiera explosión radioactiva en Metsamor causaría graves daños a Azerbaiyán también. De hecho, nosotros hace años estamos advirtiendo a los organismos pertinentes, sobre todo Organismo Internacional de Energía Atómica sobre la situación de emergencia que existe en esa planta nuclear por falta de mantenimiento adecuado y los riesgos que contiene esa planta a la vida humana y medio ambiente en la región del Cáucaso.
Pero Armenia, en cambio, no solo amenazó, sino también intentó durante esas semanas destruir la hidroeléctrica de Mingachevir, lanzando varios misiles contra la central, algunos de los cuales aterrizaron justo en las puertas de los bloques eléctricos de la central, pero afortunadamente no explotaron, y algunos fueron interceptados por nuestras fuerzas de defensa aérea.
Armenia tuvo también intentos fallidos de atacar los importantes proyectos de energía e infraestructura de Azerbaiyán, entre ellos oleoducto Bakú-Tiblisi-Ceyhan, Bakú-Novorossiysk, gasoductos TAP y TANAP, ferrocarril Bakú-Tiblisi-Kars, cuales desempeñan un papel importante en el desarrollo de la región y contribuyen a la seguridad energética de Europa.
La ciudad de Ganja tras el ataque armenio con misiles balísticos el 17 de octubre.
El Presidente de la Republica de Azerbaiyán, Excmo. Ilham Aliyev anunciando la liberacion de la ciudad de Shushá, la cuna cultural de Azerbaiyán.
Embajador, en el transcurso de la guerra actual, se había llegado varias veces al cese del fuego por la iniciativa del Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sr. Sergey Lavrov. ¿Resulta que aquellos intentos habían fracasado?
Si, fracasó, siempre violado por Armenia. Cada acuerdo sobre el alto el fuego humanitario fue seguido por deliberados ataques de las fuerzas armadas de Armenia contra los civiles azerbaiyanos. Durante un poco más de 6 semanas de guerra, Armenia, en una flagrante violación de las normas y principios del derecho internacional humanitario, incluidos los Convenios de Ginebra de 1949, estuvo bombardeando con artillería pesada, cohetes y misiles balísticos a la población e infraestructura civil azerbaiyana, incluso lanzando misiles balísticos tipo “Tochka-U”, “SCUD”, lanzacohetes “Smerch”, utilizando prohibidas municiones de racimo. Estos ataques se lanzaban contra las ciudades ubicadas lejos de la zona del conflicto, entre ellas Ganja, la segunda ciudad más grande del país, Barda, la ciudad que sufrió el ataque más sangriento de todos, así como Terter, Aghdám, Mingachevir, Goranboy, Gabalá, Kurdemir, Khizi, Absherón y etc. El uso de prohibidas municiones de racimo por parte de las fuerzas armadas de Armenia fue condenado también por Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
Tres ataques contra la ciudad de Ganja causaron la muerte de 26 habitantes civiles, entre ellos niños y mujeres, 142 personas resultaron heridos, algunos niños perdieron su familia entera. En el resultado del alevoso ataque con misiles contra la ciudad de Barda murieron 27 civiles, incluidos mujeres y niños, y más de 101 personas resultaron gravemente heridas. En total, desde el 27 de septiembre hasta 9 de octubre, los ataques masivos de Armenia contra la población civil de Azerbaiyán han dejado 93 civiles muertos, incluidas 11 niños y 27 mujeres, y más de 400 heridos, 7 familias fueron totalmente exterminadas, 4 niños perdieron a ambos padres. Más de 3000 edificios departamentales, viviendas y piezas de la infraestructura civil quedaron gravemente dañados e inservibles.
Los ataques fueron lanzados desde el territorio de Armenia, con la clara naturaleza provocativa y con el objetivo de involucrar a las terceras partes en el conflicto. El uso de armas tan sofisticadas y precisas contra los civiles, con la intención de difundir temor y pánico entre la población azerbaiyana y matar deliberadamente a los civiles constituye un acto de genocidio, crimen de guerra y de lesa humanidad. Atacar las áreas residenciales situadas lejos de la zona de conflicto, cuales no tienen indicios de objetivos militares, demostró una vez más la naturaleza terrorista de Armenia y la deliberada aplicación de terror de estado por parte de ese país. Es una violación flagrante del derecho internacional humanitario por parte de Armenia y sus autoridades, incluidos el primer ministro y el ministro de defensa, quienes son plenamente responsables de esos crímenes.
Embajador, en la prensa circulaba información en donde se decía que Israel estuvo vendiendo drones suicidas a Azerbaiyán y que estos le proporcionaron una ventaja importante a Azerbaiyán.
Con Israel tenemos muy buena cooperación militar. Tanto Turquía como Israel producen drones y Azerbaiyán, como un país que aspira proveer su ejército con la tecnología avanzada, los compra. Pero también compramos armas de Rusia, de Ucrania, de Bielorrusia, con contratos legítimos y abiertos.
También hubo reclamos que ambas partes involucraban a los combatientes extranjeros en las operaciones militares.
La participación del lado azerbaiyano de los combatientes extranjeros era otra información falsa difundida por la propaganda armenia con el objetivo de involucrar a terceras partes en el conflicto. Esos reclamos al final resultaron ser totalmente infundados. El ejército de Azerbaiyán es considerado como uno de los 50 ejércitos más potentes del mundo en términos de la cantidad de personal, equipamiento, tecnología de punta y nivel de preparación. En este sentido, resulta muy extraño reclamar que el ejército azerbaiyano éste asistido por adicionales grupos armados irregulares.
Es más, figuró abundante información, tanto en la prensa armenia como en las redes sociales, que demostraba la involucración en las operaciones militares por mismo Armenia de varios grupos radicales terroristas de países como Siria, Líbano, Iraq (ciudad de Solimania). Cabe recordar también que Armenia es uno de los pocos países del mundo que posee cerca de 20 organizaciones terroristas, como ASALA, Dashnaksutyun y etc. Además, ya habían hechos que aprobaban la transportación a la zona del conflicto desde Rusia y Francia de armamento pesado como contrabando, para ser utilizados en los combates contra Azerbaiyán. Y finalmente, las autoridades armenias abiertamente admitieron la participación en los combates de los armenios ciudadanos de diferentes países del mundo. El gobierno armenio hizo también un llamado mundial a sus compatriotas de otros países a que se unan a los combates.
Embajador, recientemente se firmó un documento entre las partes y se logró el cese de fuego definitivo. ¿Nos puede contar un poco sobre las especificaciones de ese arreglo y decirnos cómo ve el escenario adecuado para que esa paz sea firme y duradera?
Como estuvimos afirmando reiteradamente, la principal amenaza a la paz y seguridad en la región siempre fue la presencia de las fuerzas armadas armenias en los territorios internacionalmente reconocidos de Azerbaiyán. Desde que empezaron las operaciones militares, el presidente de Azerbaiyán afirmó varias veces que nosotros estamos a favor del diálogo, dispuestos a detener las operaciones militares y reanudar las negociaciones, siempre que Armenia anuncie la retirada paulatina de sus tropas invasoras de los territorios ocupados de Azerbaiyán, dentro del determinado lapso de tiempo. Lamentablemente, el comportamiento del liderazgo político-militar de Armenia, la declaración del primer ministro Nikol Pashinian afirmando que no hay una solución diplomática del conflicto, el llamamiento que él hizo a todos los armenios del mundo, instándolos a venir a combatir en la guerra contra Azerbaiyán y etc. no sirvieron nada más que para la escalada de la situación y las víctimas lamentables de ambas partes. Sería imposible lograr una paz duradera en la región mientras que continúe la presencia de esas tropas en el territorio soberano de mi país. La permanencia de esa situación podría iniciar en el futuro una cadena de procesos sumamente peligrosos para la paz y seguridad global también. Así que, la única fórmula de la paz duradera en la región es la liberación de los territorios ocupados de Azerbaiyán y el retorno de los desplazados a sus tierras de origen.
Durante un poco más de seis semanas de las operaciones militares, Azerbaiyán, en cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, logró liberar los distritos Zanguilán, Gubadlí, Jabraíl, Fizulí, la perla de Nagorno Karabaj – la ciudad de Shushá, más de 300 aldeas, varios asentamientos y alturas montañosas. El 9 de noviembre, fue firmado por el presidente de Azerbaiyán, presidente de Rusia y el primer ministro de Armenia una Declaración trilateral, donde se establece el alto el fuego total a lo largo de toda la línea de operaciones militares. Con dicha declaración, Armenia se comprometió a liberar los demás territorios ocupados de Azerbaiyán y garantizar el regreso de desplazados azerbaiyanos a sus tierras natales. El documento estipula también el despliegue de las fuerzas pacificadoras de Rusia en el territorio de Nagorno Karabaj de Azerbaiyán. Una vez que Armenia cumpla todas las especificaciones de ese documento, se crearía la oportunidad de una paz duradera en la región.
Presidente de Azerbaiyán ha afirmado reiteradas veces que Azerbaiyán no tiene ningún problema con residentes armenios de Nagorno Karabaj y que ellos son ciudadanos de Azerbaiyán. Nuestro país siempre fue reconocido como un lugar donde coexisten y viven en paz representantes de varias etnias y confesiones. Justamente por eso, Papa Francisco, durante su visita a Azerbaiyán, ha calificado a mi país como un modelo de tolerancia para todo el mundo. Así que, una vez que se liberen los territorios ocupados y se realice el retorno digno de los azerbaiyanos expulsados a sus hogares, la reconciliación será posible y los armenios pueden seguir viviendo junto con la población azerbaiyana, como lo hacen cerca de cuarenta etnias que habitan el territorio de nuestro país. El ex presidente de Armenia, Robert Kocharian había declarado una vez que “no somos compatibles en nuestro ADN”, pero esta es una percepción inadmisible. En mi país hoy en día viven decenas de miles de armenios, también existen familias mixtas, etc. Esperemos que se cumplan prontamente las demandas del arreglo alcanzado, se liberen los territorios ocupados de Azerbaiyán, se vuelvan a sus hogares los desplazados azerbaiyanos. De esa manera, finalmente se logrará la reconciliación y los dos pueblos empezarán a vivir juntos como antes.
Ojalá la paz establecida recientemente sea duradera, para el bien de los dos países, de Armenia y Azerbaiyán.
La situación en el conflicto de Nagorno Karabaj al 27 de septiembre de 2020, con la región de Nagorno Karabaj y siete distritos adyacentes de Azerbaiyán ocupados por Armenia.