Por: Carmen Mihalascu S.
Recientemente Mundo Internacional fue recibido en las oficinas del embajador de Alemania, el Excmo. Sr. Wolfgang Dold para conversar sobre las relaciones bilaterales entre México y Alemania, la reciente cumbre del G7 de Hiroshima, la visita de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, el fenómeno de “nearshoring” y otros temas, que les invitamos a leer a continuación.
Sr. Embajador, muchas gracias por esta entrevista. ¿Cómo califica usted el estado de relaciones que guardan México y Alemania?
Tenemos relaciones muy estrechas, en todos los ámbitos, en el ámbito económico, comercial, académico y cultural; no es por casualidad que todos los colegios alemanes aquí se llaman Colegios Alexander von Humboldt, es decir, tenemos una cercanía histórica que considero es la base de una relación de amistad. Calificaría las relaciones como muy buenas, cordiales y prósperas.
Por mucho tiempo Alemania fue el socio comercial europeo más importante para México. Actualmente ocupa la cuarta posición a nivel global para México y a su vez, México es hoy en día el principal socio comercial de América Latina para Alemania. En este sentido la presencia de empresas alemanas en México es robusta y muy importante para la economía mexicana. ¿Cómo calificaría usted la participación de empresas alemanas en la economía mexicana?
Efectivamente, son empresas con una presencia importante y con mucho tiempo en México. Me parece que recientemente Bayer celebró sus 100 años de existencia en México. ¿Quién no reconoce el “Vocho” de Volkswagen como un coche prácticamente mexicano?
Lo mas destacado de la presencia de las empresas alemanas aquí en México es la estrategia de permanecer y de hacer planes a largo plazo. De ninguna manera estamos pensando en quedarnos un par de años y después irnos. Existe un marco de confianza en este país que, por supuesto, es una base imprescindible para hacer negocios; de esa manera, el atributo que añadiría al vinculo que une nuestros países es la confianza recíproca.
Sr. Dold, aún con esta importante presencia de las compañías alemanas en numerosos rubros como pueden ser, automóviles y autopartes, farmacéuticos, químicos, finanzas, etc. ¿Usted considera que nuestra relación puede crecer más? ¿Existe todavía potencial? Especialmente por las nuevas condiciones de avance tecnológico, inteligencia artificial, entre otros.
En efecto, ahora se trata de atraer empresas que desarrollan nuevas tecnologías. Las empresas que ya están presentes aquí están ampliando sus inversiones, especialmente tomando en cuenta el tema de la transición energética hacia las energías verdes y la electromovilidad. Estos dos son conceptos clave y para nosotros, es decir, la embajada de Alemania en México, la Cámara Mexicano Alemana de Comercio e Industria y por ciert nuestros compañeros en la embajada mexicana en Berlín, se trata actualmente de atraer a nuevas empresas más allá del sector automotriz. Me refiero al sector digital, transporte, energías renovables y verdes, últimas novedades como todo lo relativo al hidrógeno, ya que diario somos testigos del gran potencial que representan y además constituyen el rumbo de nuestro trabajo. Y añadiría: Una cosa es atraer inversiones nuevas, otra es mantener lo atractivo del país para invertir, dentro de los próximos veinte o treinta años, por esto la importancia de una política con la mejor estrategia a medio y largo plazo.
En este contexto y considerando las tensiones comerciales entre China y los Estados Unidos, ¿Qué opina usted de las oportunidades que tendría México con el fenómeno de “nearshoring”, es decir, una nueva colocación más cercana al destino de sus exportaciones con respecto al mercado estadounidense?
Estamos sin duda en un periodo de transformación, la arquitectura de la economía global se está transformando. Con la invasión rusa en Ucrania quedó claro que la diversificación en los rubros económicos es fundamental, reducir las dependencias de un solo proveedor y diversificar de igual modo las inversiones en el ámbito global. No se trata de romper puentes, China, por ejemplo, con todo su peso es y seguirá siendo un socio importante para Alemania, para la Unión Europea. Pero necesitamos diversificar toda la cadena de suministro. México, como país anfitrión para muchas empresas, gana aún más importancia en este contexto. Perteneciendo a la región de Norteamérica, es un atractivo y una de las opciones a considerar, por supuesto. La región mencionada es una de las más poderosas económicamente en el mundo, y sin duda puede ser un factor determinante por parte de las industrias, a la hora de hacer este paso, de reubicación.
Claro que el factor de atraer empresas también conlleva muchos desafíos, como puede ser el suministro de energía renovable, la infraestructura que tiene que crecer y modernizarse; esto tiene que crecer al mismo ritmo que la demanda.
Recientemente se llevó a cabo la Cumbre del grupo de G7, las primeras 7 economías mundiales, y el tema del conflicto bélico ruso-ucraniano fue un tema primordial. ¿Cómo considera usted que debe ser la solución en una perspectiva que no da signos de avance hacia la paz? ¿Ustedes aceptarían la contribución de un tercero, de algún país que podría ser un negociador para lograr la tan anhelada paz en la región?
Cada iniciativa de paz es bienvenida, como últimamente, la iniciativa africana. Al mismo tiempo me parece evidente que cualquier resolución del conflicto deberá fundamentarse en el derecho internacional. Es que se trata de fortalecer la fuerza del derecho internacional y no la fuerza de la violencia. Comparto al cien por ciento la gran inquietud que existe en este momento en cuanto a los efectos globales de esta guerra. Por eso, me parece lógica la decisión que se ha tomado por el G7 de involucrar en el diálogo y las deliberaciones aún más a otros actores importantes como lo son los países miembros del G20, por ejemplo. Dicho sea de paso, el G7 abordó otros temas de interés general como el cambio climático, la lucha contra la hambruna global, etc. Nuestra obligación es de mejorar esta problemática. Hemos visto en el último año que uno de los efectos de la guerra rusa en Ucrania se ve reflejado en el aumento del precio de los alimentos, y lo que es un hecho irrefutable es que el sector poblacional más vulnerable, en una guerra, es el que más sufre.
A nosotros en Alemania, la inseguridad energética como una de las consecuencias de este conflicto nos han hecho tomar varias acciones. Una de ellas fue lograr la independencia de las importaciones de petróleo, carbono y gas rusos en tan solo un año después del inicio de la invasión de Ucrania. Fue un gran logro, aunque vino con un alto costo, pero lo hemos logrado. Al mismo tiempo, es muy importante para lograr una independencia energética más grande avanzar en el desarrollo de las energías sostenibles.
Con la visita de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, que por cierto termina hoy, durante las conversaciones llevadas a cabo con el presidente López Obrador el tema de las energías verdes fue un tema muy importante en donde se le exigió a México un mayor compromiso.
A mi parecer, durante esta visita se han comprobado puntos de vista comunes en muchos ámbitos importantes dónde. México y la UE tienen intereses compartidos. México, repito, tiene un potencial enorme para desarrollar energías limpias, renovables y se ha comprometido en este sentido con su firma en el Acuerdo de Paris y en los siguientes COPs. Ahora hay que manejar esta transición de las energías fósiles a las sostenibles y este proceso tomará tiempo, como, por cierto, en todos nuestros países.
Regresando al tema de la visita de la Sra. Von der Leyen, ella termina su gira en Latinoamérica con su visita a México. ¿Se enmarca esta visita como un preámbulo a la Cumbre CELAC- UE que se celebrará en Bruselas en julio?
Durante la declaración conjunta que han presentado tanto el presidente de México como la Presidenta de la Comisión Europea se ha subrayado el compromiso de México, en palabras del Presidente López Obrador, de avanzar en la firma del nuevo Acuerdo Global entre México y la Unión Europea. Este acuerdo es la base idónea para continuar ampliando y desarrollando todavía más el marco de la cooperación entre el bloque europeo y México. Esta es una parte muy importante de la estrategia que tenemos los europeos con respecto a las relaciones con Latinoamérica. Quiero mencionar que hace poco se realizó la visita de nuestro Canciller Federal Scholz a Argentina, Brasil y Chile, y de la Ministra de Relaciones Exteriores, Baerbock a Brasil, Colombia y Panamá. Esto refleja el deseo y compromiso de permanecer en una relación estrecha no solo con los grandes países, pero también recalcando el papel de países medianos y más pequeños en general.
La visita que realizó el Presidente de Alemania, el Sr. Steinmeier a México el año pasado reforzó este compromiso de una relación cada vez más estrecha entre Alemania y México.
Pero, quiero subrayar una vez más, que no solo se trata de una relación económica y empresarial síno, también de una cercanía histórica, una fuerte relación cultural; compartimos valores universales, somos sociedades libres y democráticas, por tales razones, considero que es en el interés de ambos, europeos y latinoamericanos de acercarnos y colaborar todavía más, especialmente en el contexto global actual.
A raíz del conflicto bélico ruso-ucraniano, hemos presenciado recientemente el ingreso “fast track” de Finlandia a la OTAN y todo indica que el ingreso de Suecia al organismo se va a dar también, próximamente. ¿Cuál es para usted el significado del ingreso de dos países que por muchos años han mantenido la neutralidad?
Esta es sin duda una de las consecuencias inmediatas de la invasión rusa. La decisión de estos dos países nórdicos de adherirse a la Alianza noratlántica habla por sí sola en una situación geopolítica en donde los suecos y los finlandeses buscan más seguridad y una protección colectiva.
Considero que esto es absolutamente normal, lógico, especialmente por la cercanía geográfica de Rusia. En mi opinión es un efecto poco previsto por Rusia, así como otras cosas que sucedieron posterior al inicio de la guerra.
Sr. Embajador, precisamente en este contexto, por un lado, está el apoyo reiterado en varias ocasiones de los países europeos a Ucrania y por otro lado el no involucramiento de la OTAN en el conflicto, dado que Ucrania no es miembro del organismo. ¿Cómo llegar a un balance entre estos dos factores?
Hemos dicho siempre que nosotros no somos parte del conflicto. Sin embargo, la OTAN ha dejado muy en claro que procederá a defenderse en caso de un ataque a cualquier país miembro. Esta firmeza es muy importante en el contexto mencionado. El organismo está listo y preparado para la defensa de su territorio. Por otra parte, los europeos y otros países estamos ayudando a Ucrania, que está en su derecho de defender su soberanía territorial. Apoyar a Ucrania es apoyar la validez de un mundo basado en reglas Quiero subrayar que la visión de largo plazo es una de conseguir una estructura de paz, de la que, por supuesto, Rusia tendrá que ser parte integral. De momento no vemos una voluntad del liderazgo ruso en este sentido.
En el mes de mayo Alemania se ha declarado en recesión técnica. ¿Qué significa esto para Alemania, para la Unión Europea y cuál es el camino por delante?
Tras la pandemia y con más de dos años de paro económico global, nos enfrentamos a otra crisis global que surgió después de la invasión rusa. Lograr la independencia energética alemana a prácticamente un año después del inicio del conflicto ha sido algo que no viene “gratis”. Actualmente nos encontramos además en una transformación económica e industrial fundamental que se traduce en un desarrollo económico hacia más digitalización, hacia más inteligencia artificial. La falta de personal calificado y grandes temas globales que tenemos que solucionar como la hambruna, la migración, etc., tienen su precio. Un país en el cual su bienestar depende de sus relaciones globales está más expuesto a estas turbulencias internacionales, tal como lo tiene la economía alemana. Todo eso se traduce en un desarrollo económico más lento. En Alemania muchos sectores dependen de un comercio libre y justo. Lo que me parece importante en cuanto a la solución a los desafíos globales es la solidaridad de las sociedades democráticas, tal como lo hemos aplicado en la Unión Europea. La solidaridad internacional siempre ha dado buenos resultados. Soy optimista y creo que lo lograremos ahora también.
Sr Embajador, ¿desea usted agregar algo más a la entrevista?
Si, deseo informar a todos sus lectores que el 17 de junio celebramos el 70º aniversario de la sublevación en Berlín del Este en contra del entonces régimen de la Alemania Oriental, una protesta social que paso a paso se transformó en un movimiento en pro de la libertad y de la justicia. Este movimiento en su momento fue apagado con la ayuda de las fuerzas soviéticas y las imágenes de los ciudadanos alemanes de la RDA manifestándose en contra de los tanques soviéticos es algo que debemos recordar y reflexionar especialmente ahora. El simbolismo de estos acontecimientos es mayor, por los tiempos actuales.
Muchas gracias Sr. Embajador, Wolfgang Dold.