Las jacarandas en la Ciudad de México

Las jacarandas en la Ciudad de México

Durante la primavera, la ciudad de México se pinta de color lila, las hermosas jacarandas que adornan la ciudad le confieren un aire fresco, característico a la primavera, pero en especial este año añade esperanza y confianza que todo poco a poco, regresará a la normalidad. En marzo y abril la sinfonía de color lila, su aroma fresco definitivamente levanta el ánimo y provoca serenidad, además poseen una amplia resistencia a la contaminación. 

Pero ¿cómo llegaron las jacarandas a la ciudad de México? Es una bella historia, de amor y pasión. A principios del siglo XX, el entonces Presidente Porfirio Diaz tenía el gran deseo de traer cerezos de Japón, porque a la capital estadounidense, el país del sol naciente les  había obsequiado 3,000 arboles de cerezos. La belleza de los cerezos florecientes impresionó al General Diaz y deseaba replicarla en la ciudad de México. Sin embargo, las condiciones climáticas de México eran muy distintas; atinadamente encargó a dos japoneses ya afincados en México, Tatsuguro Matsumoto y su hijo, Sanshiro Matsumoto realizar un estudio sobre que tan factible era esto para la capital mexicana. Los japoneses, ya residentes en México, que poseían un gran conocimiento y experiencia en la floricultura y en los jardines japoneses concluyeron que no era lo indicado, porque el cerezo necesita un mayor cambio de temperatura al cruce del invierno a la primavera, en cambio sugirieron las jacarandas. Las bellas jacarandas son oriundos de Brasil y de Paraguay, las condiciones climáticas de los países suramericanos son similares a los de México, su adaptación, consideraron resultaría muy bien. El japonés las trajo desde Brasil y su apuesta por las jacarandas fue todo un éxito.

Además, en los lugares donde habitan las jacarandas se nota mayor presencia de abejas  y colibríes.

Los Matsumoto habían llegado a México gracias a un importante empresario hidalguense, quién había conocido a Matsumoto padre en Brasil y decidió encargarle un proyecto en su propiedad. Su conocimiento, compromiso, pasión y dedicación en su trabajo le trajo el éxito y  a través de excelentes recomendaciones  se dio su relación con el gobierno de México. Tras la revolución mexicana Tatsuguro  Matsumoto propuso al entonces presidente Álvaro Obregón plantar estos árboles en las principales avenidas de la capital mexicana.

Los japoneses además de contribuir de esta importante manera a la estética de la ciudad también tuvieron una contribución fundamental para con la comunidad de japoneses en tiempos complicados. Durante la segunda guerra mundial les dieron refugio en su propia hacienda de Temixco, porque en estos tiempos los japoneses eran perseguidos por el gobierno de los Estados Unidos. Ejemplo de humanismo y solidaridad que hicieron posible la sobrevivencia de los refugiados. 

El Sr. Matsumoto además fue encargado de realizar jardines y parques en la ciudad, y los arreglos florales en la residencia oficial y el Bosque de Chapultepec.

Esta primavera sin duda, las jacarandas traerán un aire fresco y lleno de esperanza para todos los mexicanos.

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