Milei acapara los reflectores en Davos

Por Gabriel Moyssen

Milei en Davos

El nuevo presidente argentino, Javier Milei, acaparó los reflectores de la edición 2024 del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos con un discurso radical que no acepta medias tintas; o se está con él en su apología de lo que llamó el “capitalismo de libre empresa”, o se le considera un defensor tardío de ideas que los países más avanzados y con mejores niveles de vida dejaron atrás hace mucho tiempo.

“Occidente está en peligro”, advirtió Milei, “está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que -inexorablemente- lleva al socialismo, en consecuencia a la pobreza”.

En su mensaje de 18 páginas, que leyó en español en 23 minutos, el mandatario autodefinido como “anarcocapitalista” y “libertario”, arremetió contra “los experimentos colectivistas que nunca son la solución a los problemas” y aseveró que “la justicia social, que en el primer mundo se ha puesto de moda en la última década, en mi país es una constante del discurso político desde hace más de 80 años. El problema es que la justicia social no solo no es justa, sino que tampoco aporta al bienestar general. Muy por el contrario, es una idea intrínsecamente injusta, porque es violenta”, argumentó al detallar que es injusta porque “el Estado se financia a través de impuestos y los impuestos se cobran de manera coactiva ¿o acaso alguno de nosotros puede decir que paga los impuestos de manera voluntaria?”

En marcado contraste con los discursos de otros líderes, como Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, y Gustavo Petro, su colega de Colombia, quienes hablaron de la necesidad de regular al sector privado, proteger al medio ambiente y la amenaza de la ultraderecha en este año de elecciones parlamentarias europeas, Milei dijo que el feminismo radical no aportó nada a la sociedad, puesto que condujo a una “mayor intervención del Estado para entorpecer el proceso económico” y ”darle trabajo a burócratas”. Fustigó la “tragedia del aborto” y tachó de “ridícula” y “antinatural” la lucha entre hombre y mujer.

Otro conflicto planteado por los socialistas, recalcó Milei, es el del hombre contra la naturaleza. “Sostienen que los seres humanos dañamos el planeta y que debe ser protegido a toda costa, incluso llegando a abogar por mecanismos de control poblacional o la agenda sangrienta del aborto”.

En el mensaje que prácticamente repitió lo dicho en un evento TEDx en Argentina en 2018 titulado “La estruendosa superioridad del capitalismo”, insistió en las ventajas de ese sistema al subrayar que las naciones que operan bajo sus lineamientos “son 12 veces más ricas que las que están reprimidas” y se enfocó en su país al señalar que tras adoptar el libre mercado en 1860, Argentina se convirtió en 35 años en una de las principales potencias mundiales hasta que en la década de 1920 “abrazó el colectivismo”.

“Créanme, nadie mejor que nosotros, los argentinos”, sostuvo, para advertir qué ocurre cuando los líderes optan por los “experimentos colectivistas”, asentó Milei, quien se dio tiempo para criticar al WEF por su “agenda socialista, que sólo traerá miseria al mundo”. Puntualizó que “nunca debe olvidarse que el socialismo es siempre y en todo lugar un fenómeno empobrecedor, que fracasó en todos los países donde se intentó. Fue un fracaso en lo económico; fue un fracaso en lo social; fue un fracaso en lo cultural. Y además asesinó a más de 100 millones de seres humanos”.

La intervención de Milei en la ciudad suiza, donde se congregaron 800 directivos de empresas y 60 jefes de Estado y de gobierno, rescató la atención en un cónclave cada vez más cuestionado que tuvo como lema “reconstruir la confianza”. En pocas horas llegó a las 324 mil visitas en la página del WEF y superó al mensaje del expresidente estadounidense Donald Trump en 2018. Así lo reconoció el fundador del foro, Klaus Schwab, quien presentó a Milei en su primera gira al exterior destacando que sus “métodos más radicales” han “introducido un nuevo espíritu en Argentina”.

Fue precisamente Trump quien lanzó algunos de los elogios más entusiastas a su mensaje, al tuitear que Milei “está trabajando duro” y “haciendo grandes avances”, tras asegurar  que espera ayudarlo en el futuro. Kristalina Georgieva, directora del FMI, opinó que “si tiene éxito, cambiará la trayectoria de Argentina”.

Difícil panorama

De vuelta en Buenos Aires, sin embargo, Milei -quien viajó en un vuelo comercial, con una pequeña comitiva- se enfrentó a la terca realidad de un país que como él mismo reconoce, no encuentra la vía para salir de una dura crisis económica que disparó la inflación anual a 211 por ciento, la más alta de América Latina, y en la que dos de cada cinco argentinos son pobres.

Al cierre de esta edición, la “ley ómnibus” con la que el presidente argentino quiere sacar adelante sus reformas, cuyos resultados positivos empezarán a verse parcialmente en 15 años, según ha dicho, seguía enfrentando una creciente oposición en el Congreso -donde Milei no tiene mayoría- los gobiernos provinciales y los sindicatos.

Después de la devaluación del peso de 54 por ciento que Milei indujo al asumir en diciembre, la moneda en el mercado paralelo se ha desplomado hasta mil 250 por dólar y puede alimentar la espiral inflacionaria. Además, el mandatario se retractó de una de sus principales promesas, la dolarización de la economía que en los años noventa generó un auge artificial durante la presidencia de Carlos Menem hasta hundirse en “el corralito”, la moratoria de la deuda externa y otros fenómenos que exhiben serios problemas estructurales.

Por lo demás, al pie de los Alpes helvéticos el consenso de los expertos apuntó a que Estados Unidos no entrará en recesión en 2024, excepto en caso de un grave incidente geopolítico. Para seguir con Trump, muchos de los asistentes ya lo ven de nuevo en la Casa Blanca luego de las elecciones de noviembre y es que comienza a sacar una ventaja de tres a cuatro puntos sobre el presidente Joe Biden en las encuestas, que en el rubro de los votantes independientes alcanza los dos dígitos.

Tras ganar con facilidad en Iowa, donde arrancaron las votaciones primarias del Partido Republicano, mientras la aprobación de Biden cayó a 33 por ciento, el peor nivel para un mandatario en 15 años, “en Davos, Donald Trump ya es el presidente”, aseguró Alex Soros, titular de la Fundación Open Society, “lo que es bueno, porque el consenso de Davos siempre está equivocado”, agregó con ironía.

De igual modo, un habitué de Davos, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, reiteró su pedido de más dinero, armas y sanciones para la guerra contra Rusia -que algunos especialistas ven finalizada este año, con un adverso desenlace para Kiev-, al tiempo que su canciller Dmytro Kuleba dijo a los líderes occidentales: “Ustedes salvan lo más importante, la vida de sus soldados. Nosotros les ofrecemos la mejor oferta en el mercado de seguridad global: dennos dinero, dennos armas y terminaremos el trabajo”.

El magnate Bill Gates adelantó que la próxima generación de vacunas tendrá “mayor duración y cobertura” y se administrará sin agujas, justo cuando Tedros Adhanom, director general de la OMS, alertaba sobre la “enfermedad X” que nadie conoce, pero es “inexorable”. Sam Altman, CEO de Open AI, moderó en cambio sus pronósticos apocalípticos y consideró que la Inteligencia Artificial “cambiará al mundo y los empleos mucho menos de lo que todos pensamos”

Casi al finalizar los trabajos del foro, del 15 al 19 de enero, se destacó que el presidente israelí, Isaac Herzog, fue objeto de una demanda por presuntos crímenes contra la  humanidad durante el conflicto en Gaza. Los demandantes, que no fueron identificados, denunciaron a Herzog ante la fiscalía federal y autoridades cantonales en Basilea, Berna y Zurich, para sumarse a las acciones legales emprendidas sobre el Estado de Israel por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya y de México y Chile ante la Corte Penal Internacional. Herzog, por su lado, declaró en un panel del WEF que “si Israel no estuviera ahí, Europa sería la siguiente, porque los bárbaros quieren sacarnos a todos de la región”.

Algo de este cuento fue embellecido por el poeta, pero fue el primer hecho en la historia de nuestros países: la frontera común que tuvimos en California entre 1808 y 1842, que ahora no son tierras de Rusia ni de México. Sin embrago, la Fortaleza Rusa (Fort Ross), fundada en 1812 en la bahía de la Bodega a unas cien millas al norte de San Francisco, hasta hoy día se mantiene como un monumento de los incipientes lazos comerciales ruso-mexicanos.

Efectivamente el comercio era la vertiente principal de las relaciones entre ambas naciones durante la mayor parte del siglo XIX, dado que el gobierno zarista se mostraba reacio a reconocer diplomáticamente al joven país latinoamericano. No obstante, unos decenios más tarde, en 1924, era México el primer país en América Latina que reconoció y estableció relaciones diplomáticas con la joven Unión Soviética que pasó a ser la heredera del Imperio Ruso. Desde entonces la Ciudad de México y Moscú establecen un intercambio multifacético más activo. 

En el siglo XX la relación bilateral se enriqueció con un fuerte componente cultural y humanitario. El poeta revolucionario Vladimir Mayakovski era amigo de Diego Rivera (cuya primera mujer, Angelina Belova, era rusa), visitó México en 1925 y le dedicó al país azteca unos versos muy profundos inspirados en la grandeza de la historia mexicana. Alejandra Kolontai era la primera mujer en el mundo en ser ministra, luego fue la primera en ser embajadora y lo fue en México. El gran director de cine Sergei Eisenstein estuvo en México en 1932, conoció a David Alfaro Siqueiros y filmó la cinta “Que viva México”, mientras que el compositor Isaac Dunaevski quien lo acompañaba en el viaje compuso la “Marcha de jóvenes alegres” inspirada en la “Adelita”. En 1938 el propio Rivera y su esposa Frida Kahlo albergaron en su casa al exilado León Trotsky, uno de los artífices de la revolución rusa, misma que quedó plasmada en la obra maestra riveriana “El hombre controlador del Universo”. México también se convirtió en la nueva casa para el pintor ruso-mexicano Vladimir Kibalchich, conocido simplemente como Vlady, cuyos murales, por ejemplo, embellecen la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada y cuyo centenario celebramos en 2020. Al mismo tiempo el científico ruso Yuri Knórozov, sin salir de su despacho en Leningrado, descifró la antigua escritura maya por lo que fue condecorado con la orden del Águila Azteca. En los años 1960 en París el escultor mexicano Víctor Manuel Contreras conoció al príncipe Félix Yusupov, uno de los aristócratas más poderosos del Imperio Ruso quien después de la revolución se exilió en Francia, y se hizo su íntimo amigo e hijo espiritual para heredar y conservar en Cuernavaca algunos secretos y memorias de la noble familia rusa. También fue él quien, por la última voluntad de Tamara de Limpica  –pintora de origen polaco que nació y vivió en San Petersburgo, pero al final de su vida se mudó a México¬– esparció sus cenizas sobre Popocatépetl. Por fin, en 1977 estuvo en el “país azteca”, pero en su parte maya, la península de Yucatán y la isla de Cozumel, el cantautor soviético Vladimir Vysotsky y dio un concierto para la televisión mexicana.

Quizá por ser el primer contacto nuestro de amor, ensanchado por muchas otras historias, conservamos hasta hoy día esta simpatía mutua entre nuestros pueblos. Entre otras cosas, se plasma en que al menos dos veces, al inicio y al final del siglo XX, muchos rusos optaron México como su segunda patria. La primera oleada de migrantes comprendía a los molocanes, representantes de una secta religiosa que se asentaron en Baja California para producir vino, y la segunda, después de la desintegración de la URSS, que integra sobre todo a profesionistas, científicos y artistas que son nuestros contemporáneos. No son pocos: la cifra roza casi 20 mil personas. 

Los lazos entre ambos países también se caracterizan por una insoluble amistad de muchos decenios. Siempre eran buenas, fructíferas y autosuficientes. Es decir, preservan una dinámica positiva con independencia de quien esté en el poder y no hacemos amistades contra terceros, sino para aprovechar la sinergia y beneficio mutuo que se produce en el proceso. Como decimos en la Embajada, nuestra misión aquí no es erigir muros, sino tender puentes. 

Y la verdad es que compartimos más de lo que uno puede pensar. Aparte de casi coincidir en ser objeto de la invasión británico-francesa en la segunda mitad del siglo XIX (en el caso ruso era Crimea), Rusia y México eran los primeros países en tener las revoluciones sociales más importantes en el inicio del siglo XX (los rusos empezamos la nuestra en 1917, mientras que ese año los mexicanos terminan la suya), luego tuvimos casi siete décadas de un sistema unipartidista, en los años 1990 de nuevo coincidimos, esta vez para reconstruir la democracia e incorporarse en los grandes mercados internacionales (el TLCAN en el caso de México). Para Rusia ese último periodo no era muy fácil. Solo con la llegada al poder del presidente Vladimir Pútin logramos dejar atrás la pobreza masiva y violencia inusitada que estaban azotando el país y su desarrollo. Ahora son retos que enfrenta México. Dada esa cercanía de las condiciones históricas y similitud psicológica de los rusos y mexicanos, estamos dispuestos a seguir adelante intercambiando las ideas, experiencias y visiones por el bien de nuestros pueblos y Estados.

Actualmente México es el 2º socio comercial de Rusia en América Latina. El comercio va creciendo y en 2019 constituyó casi 2.6 mil millones de dólares. Aunque esta cifra no corresponde al potencial que tienen nuestras economías. Ahora se plantea celebrar la Comisión Mixta para la cooperación económica y comercial que no se ha celebrado desde 2011. Ésta debe dar un impulso adicional al desarrollo de nuestro intercambio comercial.

Mantenemos un diálogo político confidente. Nuestras posturas sobre las principales materias de la agenda global a menudo coinciden, por eso cooperamos estrechamente en los foros internacionales como la ONU, el Foro Económico Asia-Pacífico y el G20.

También hay un intercambio cultural bastante intenso. México recibió en los últimos años dos grandes exposiciones – de la vanguardia rusa y de Wassiliy Kandinsky, ambas en Bellas Artes. Visita México el gran director de orquestra Valeri Gerguiev. En Rusia se exponen cuadros de Frida y Diego y las larguísimas filas demuestran el éxito del arte mexicano en nuestro país. Más de 40 mil mexicanos que visitaron Rusia por el mundial de futbol de 2018 pudieron sentir la hospitalidad de los rusos y podrá hacerlo más gente cuando Rusia y México firmen el acuerdo de supresión de visas.

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