Posibles herederos tras un legado único

Por Alejandro Díaz

Posibles herederos 

tras un legado único

Como nunca los alemanes enfrentan una elección insólita. Después de casi 16 años de un gobierno por el que en un principio pocos apostaban por él pues era encabezado por una mujer, y además, residente en la parte oriental del país. De siempre Alemania había sido gobernada por hombres, excepto por un breve reinado en la Edad Media, y si bien las mujeres se han abierto camino en el mundo político actual, la participación masculina alemana sigue dominando la escena. Sin embargo, Ángela Merkel es la tercera Canciller que más años ha durado al frente del gobierno alemán después de Otto Von Bismarck (19 años) y Helmut Kohl (16 años).

Para buscar suceder a Merkel como Canciller cuando ella se retire en septiembre, el principal partido gobernante -CDU- eligió como candidato al experimentado Ministro Presidente (gobernador) de Renania-Palatinado, Armin Laschet. Pero ser el candidato electo del partido en el gobierno no significa que en automático sucederá a Ángela Merkel y se convertirá en el siguiente Canciller de Alemania. Laschet ya tiene el apoyo de su partido con una amplia unidad partidista, incluida la CSU, partido hermano en Baviera, cuyo dirigente desistió de competir con él y le ofreció su apoyo.

En los regímenes parlamentarios los ciudadanos no eligen directamente a al gobierno, sino en cada distrito elige un legislador (y en algunos países como Alemania también una lista partidista que servirá para incluir legisladores que garanticen a cada partido que el porcentaje que obtenga de votación sea exactamente el porcentaje de asientos correspondiente). Pasada la elección, los legisladores electos reunidos en sesión solemne votan para elegir por mayoría simple al primer ministro (al Canciller en el caso alemán) y a quienes encabezarán los distintos ministerios.

Gobernar siempre acarrea costos, y gobernar tan largo tiempo cansa tanto a gobernantes como a gobernados. No está claro aún si los ciudadanos volverían a darle la confianza al partido que ha encabezado el gobierno alemán desde 2005 (y la mayoría de los gobiernos alemanes desde 1949). Son muchos años de éxitos, pero también mucho tiempo de desgaste. Como la inmensa mayoría de Cancilleres alemanes gobernaron en coalición, la alternancia entre la SPD y la CDU/CSU identifica a ambos con el gobierno, pero también los marca con su desgaste.

Una encuesta reciente de intención de voto muestra el desgaste: la CDU/CSU baja del 32% obtenido en la elección de 2017 a 28% mientras la del SPD va del 20 al 16.5% actual. Todos los demás partidos caen en intención de voto excepto Die Grünen que sube del 8.9 al 23%. La intención de voto no es definitiva ni está escrita en piedra; va cambiando según los distintos actos de campaña y las declaraciones de candidatos y partidos. Conforme se acerque la elección, los porcentajes de intención se acercan a los que se obtendrán en la elección.

En prácticamente todo el periodo de Postguerra, excepto por el segundo y el tercer período de Konrad Adenauer (1949-57) que gobernó sin tener que recurrir a una, las coaliciones han sido norma en Alemania. Usualmente alguno de los grandes partidos (SPD o CDU/CSU) se coaliga con uno de los partidos de menor tamaño (el FDP o Die Grünen) para lograr una mayoría parlamentaria y poder formar gobierno. En dos ocasiones (1966-69 y 2013-21), sin embargo, fue necesario hacer una Gran Coalición entre los dos grandes partidos porque sólo así se alcanzaba la mayoría necesaria de parlamentarios para formar gobierno.

Fue el propio Konrad Adenauer quien alentó formar coaliciones para gobernar. Aunque él formó la primera en 1949, no tuvo necesidad de volver a hacerlo sino a partir de 1961. Desde entonces la República Federal Alemana ha sido gobernada siempre por un Canciller (Primer Ministro) que encabeza un gobierno de coalición, y el que ahora será electo no será la excepción aunque aún es incierto quien la encabezará.

A menos de que se de una sorpresa tipo la que acaba de suceder en Chile, la CDU/CSU volverá a ganar la siguiente elección. Con 28% de los votos va por delante de los demás partidos.  El segundo más grande, el SPD, miembro del Partido Socialista Europeo, va a la baja, por lo que se ve difícil que en Alemania la izquierda moderada del SPD pudiera participar en el gobierno. El SPD tendría que hacer un gran esfuerzo en superarse. Todo apunta a que su candidato será Olaf Scholz, Ministro Federal de Finanzas, pero tiene que esperar a que lo ratifique la convención de su partido.

Ni el extremista de izquierda, Die Linke, ni los liberales del FDP, ni los derechistas del AfD ni el resto de mini partidos tendrán oportunidad de gobernar. El único partido que puede llegar a ser participante importante es el grupo ecologista Bündnis 90/Die Grünen. Ya ha participado en gobiernos de coalición con el SPD (hasta 2005) cuando formó parte del gobierno del canciller Gerhard Schröder.

Desde enero de 2018 esta coalición ecologista tiene una dirigencia bicéfala paritaria entre Annalenna Baerbock y Robert Habeg, en la que la primera ha destacado enormemente. Tanto así, que el 19 de abril fue electa candidata oficial de su partido al puesto de Canciller Federal. Una elección que ha sorprendido al país por su frescura y por la decisión de proponer a otra mujer para suceder a Ángela Merkel.

Annalena es mucho más que una ecologista pues estudió economía y leyes, materias por las que los ecologistas no tienen una especial predilección. Abogada en Derecho y Licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad de Hamburgo, obtuvo el grado de máster en Derecho Internacional Público en la London School of Economics (2005). También tiene un pasado de gimnasta de salto de trampolín (ganó tres bronces en campeonatos nacionales) y ha declarado que existen similitudes entre esa modalidad deportiva y la arena política: “En ambos se necesita coraje; cada nueva figura que aprendes puede llevarte a aterrizar de cabeza o con los pies en lugares insólitos,” –dijo Baerbock– “tienes que ser capaz de evaluarte bien; de conocer tus fortalezas y saber tus límites”.

Miembro del Bundestag (o sea diputada federal) desde 2013, poco a poco se afianzó ante la militancia y ante la opinión pública con una oratoria creativa y propositiva, Arrastra la desventaja que no haber ocupado aún un Ministerio Federal o uno Estatal pues nunca ha participado en gobierno alguno. Sin embargo ya ha mostrado su carácter y su capacidad de innovar y de convencer.

Como se afirma en un inicio esta elección será insólita. Más que elegir diputados que nombren un Canciller tendrán que decidir entre un candidato muy experimentado de un partido desgastado y una mujer excepcional sin mayor experiencia de un grupo político no desgastado. Si bien Die Grünen ha sido miembro menor de una coalición, nunca ha encabezado ninguna. Sin duda en la campaña habrá muestras de músculo político pero va a ser mucho más interesante la esgrima retórica entre un viejo lobo de mar y una navegante novata que tiene el mismo carisma de la actual Canciller.

El pronóstico del resultado de la elección es por demás reservado. Todo apunta a que la votación será muy cerrada pero que triunfará la CDU/CSU seguido muy de cerca por Bündnis 90/Die Grünen. Lo que podría llevar a formar un gobierno en una coalición inédita a nivel federal -sólo han sido socios de coalición a nivel local y municipal-. Además de ser muy interesante pues sería paritaria, entre mujeres y hombres de ambos partidos. El socio menor buscará tener casi el mismo número de Ministros que el socio mayor y no sólo la cartera de Exteriores como ha sido el caso anteriormente lo que le daría a Die Grünen una experiencia de gobierno única para el futuro.

Aún no sabemos si las habilidades y el esfuerzo de Annalena Baerbock puedan invertir los resultados descritos en el párrafo anterior y sea su agrupación política la que gane el primer lugar. Si así fuera, Armin Laschet y su partido tendrían que guardarse su orgullo y participar en la coalición con humildad. La CDU/CSU tiene la experiencia de gobernar pero tendrán que ser capaces de servir al país desde una posición de responsabilidad compartida.

ABREVIATURAS:

1) Partidos políticos

CDU – Christliche Democratische Union – Unión Demócrata Cristiana – centro.

CSU – Christliche Sozial Union – Unión Social Cristiana, partido hermano de la CDU, existe solamente en Baviera (sur de Alemania)

SPD – Sozialdemokratische Partei Deutschlands -socialdemócrata

FDP – Freie Demokratische

Partei – liberales, derecha

AfD – Alternative für Deutschland – Alternativa por Alemania – extrema derecha

Die Linke – (La Izquierda) – extrema izquierda

Annalena Baerbock, candidata a Canciller de Alemania por el partido verde.

Armin Laschet, candidato a Canciller de Alemania por el  partido CDU.

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