MENSAJE DEL SR. IONUT VALCU,  ENCARGADO DE NEGOCIOS, POR EL DIA NACIONAL DE  RUMANIA

MENSAJE DEL SR. IONUT VALCU,  ENCARGADO DE NEGOCIOS, POR EL DIA NACIONAL DE  RUMANIA

Si estuviéramos en una época “normal”, durante estas fechas se estaría llevando a cabo la tradicional recepción anual de la Embajada en honor al Día Nacional de Rumania, una oportunidad para la convivencia e interacción social – exactamente lo que nos ha faltado en los últimos meses – con los amigos y colaboradores mexicanos, rumanos y de otras nacionalidades, durante unas horas en las estaríamos probando una ración de nuestro plato típico, las “sarmale”, y de otros platillos rumanos.

Si bien la crisis sanitaria actual nos ha mostrado cuán vulnerables somos y cuánto dependemos del cuidado que nos brindamos tanto a nosotros mismos como a la comunidad en la que vivimos, no olvidemos la gran trascendencia para el pueblo rumano que tiene la consagración de la Gran Unión de todas las provincias rumanas, fecha (1 de diciembre) en la que la Gran Asamblea de Alba Iulia votó, hace 102 años, la unión de Transilvania y Banato con el Reino de Rumania en un solo estado nacional, después de que poco tiempo antes (el 28 de noviembre, respectivamente el 27 de marzo de 1918) Bucovina y Besarabia dieran el mismo paso.
 
«La historia nos llama a grandes hazañas»: este fue el lema de la convocatoria para la movilización en Alba Iulia, publicado en los periódicos de la época. La unión en un solo estado fue el deseo histórico de los rumanos de los tres principados, iniciada con la elección de Alexandru Ioan Cuza en Iaşi (Moldavia) y en Bucarest (Valaquia) como Príncipe reinante, en enero de 1859.  Así se sentaron las bases de un estado fuerte y democrático, a la vez que de una clase política madura y moderna, sobre la base de un enorme apoyo popular de todo el espacio de esta “latinidad oriental” comprendido entre el río Tisza, el bajo Danubio, el Mar Negro, el río Dniester y las montañas de los Cárpatos.
 
Esperando que el Día Nacional de Rumanía sea una ocasión de alegría para cada uno de ustedes, sin importar dónde lo celebren, no me queda más que invitarles a gritar todos juntos: ¡Viva Rumania! ¡Viva la Unión Europea! ¡Viva México!
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